Todos hemos dibujado alguna vez en clase para matar el aburrimiento, así que qué os voy a contar. Miras al reloj y ves que las agujas siguen en el mismo sitio... una y otra vez. Bostezas, miras por la ventana, miras a la pizarra y copias algo por no dar mala imagen (y no digo que no trabaje en clase, pero a veces parece que una hora se multipilica por cuatro). En mi caso, suelo acabar cogiendo un lápiz y empezando a dibujar lo que se me viene a la cabeza.
Me sorprendió que unos dibujos que a mí me parecían normales impactaran tanto a los demás. Me decían "¿Cómo dibujas así?". ¿Y qué esperan que diga? Llevo dibujando desde que aprendí a coger un lápiz y no habría llegado a esto sin antes haber hecho miles de deformidades con brazos de salchicha, así que no es más que práctica y afición. Antes dibujaba cualquier ser vivo y parecía decir "Por favor, mátame". Ahora me pongo a dibujar en cualquier rincón de mi agenda y la gente se queda boquiabierta, como si acabara de hacer malabarismos con motosierras.
Para que comprobéis por vosotros mismos, os enseñaré unas escenas que dibujé en unos calendarios vacíos al final de mi agenda.
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| Este sólo es un concepto del barco que aparece en la mayoría de dibujos restantes. |
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| Esta fue la primera escena en movimiento que representé. |
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| Puedo asegurar que este es igual de mareante en persona, con tantos detalles concentrados. |
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| Cuando hice este había visto Piratas del Caribe 4 unos días atrás. |
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| Este es el único que no hice en un calendario, ya que era la única hoja totalmente en blanco de mi agenda. |
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Habréis observado que todos son en el mar o cerca de él. La verdad es que desde que hice el Descenso del Sella el año pasado se me han estado ocurriendo escenas sobre barcos y sus tripulantes. De ahí viene la inspiración para estas creaciones: del aburrimiento y la experiencia de bajar un río en un pedazo de plástico con remos mientras chocas con todas las demás canoas y rezas para no volcar en los rápidos.
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